En los sistemas de bombeo, las válvulas clásicas de clapeta sufren lo llamados “golpes de clapeta”, a causa de la lentitud de su cierre. La clapeta se encuentra normalmente a medio cerrar cuando la columna de agua retrocede con gran inercia, haciendo que ésta se golpee fuertemente contra el cuerpo de la válvula y llegando incluso a ocasionar el quiebre de esta pieza. En algunos casos los pedazos de la clapeta estropeada llegan a las bombas, produciendo graves daños en las mismas.